Birkat HaMazón

Birkat HaMazón (bendición de los alimentos), el agradecimiento después de las comidas, es una bendición multifacética recitada después de cualquier comida que contenga pan.

Al recitar la plegaria, estamos reconociendo que el alimento provino de Elohim y eso le otorga un nuevo significado al disfrute de la comida. Reconocemos que realmente hemos sido bendecidos y damos gracias.

Una canción de los ascensos. Cuando El Eterno traiga a los desterrados de Sión, seremos como personas que sueñan. Nuestras bocas se llenarán de risa y nuestras lenguas de canciones de alegría. Se dirá entre las naciones, “El Eterno ha hecho grandes cosas por ellos”, El Eterno hizo grandes cosas por nosotros y nos regocijamos. Trae de vuelta a nuestros desterrados, Eterno, como arroyos en la tierra árida. Que aquellos que sembraron con lágrimas, cosechen con alegría, cargando sus gavillas. Mi boca proclamará alabanzas hacia Elo-him, y todas las criaturas bendecirán su santo Nombre ahora y por siempre. Bendeciremos a Adonai ahora y siempre. ¡Aleluiá! Agradece al Eterno porque es bueno. Su misericordia es para siempre. ¿Quién puede contar las maravillas del Eterno y hacer que se escuchen todas Sus alabanzas?

Bendito eres Tú, Eterno, Elohim nuestro, Rey del universo, Quien en su bondad alimenta al mundo entero con Su gracia, bondad y compasión. Das alimento a todos los seres vivos, porque Tu bondad es eterna. Gracias a Tu desmesurada bondad, jamás nos ha faltado alimento, ni nos faltara jamás, por amor a Tu gran nombre. Porque Tu eres Elohim, Quien alimenta y sostiene a todos, haces bien y preparas alimentos para todas las criaturas que has creado. Bendito eres Tu, Eterno, que alimentas a todos.

Te damos gracias, Eterno, Elohim nuestro, por haber otorgado en herencia a nuestros antepasados una tierra deseable, buena y espaciosa; por habernos sacado, Eterno, Elohim nuestro, de la tierra de Egipto, liberándonos de la casa de la esclavitud; por Tu pacto que sellaste en nuestro corazón; por Tu Torá que nos enseñaste; por Tus leyes que nos diste a conocer; por la vida, gracia y bondad que nos has conferido; y por los alimentos que Tu continuamente nos proporcionas, cada día, a todo tiempo y cada hora.

Por todo esto, Eterno Elohim nuestro, Te agradecemos y te bendecimos. Que tu Nombre sea Bendecido continuamente en la boca de todo ser vivo, por siempre y para siempre. Porque así está escrito: “Comerás y te sentirás satisfecho, y bendecirás al Eterno tu Elohim por la buena Tierra que te ha otorgado”. Bendito seas Tú, Eterno, por la tierra y por los alimentos.

Ten compasión, por favor, Eterno, Elohim nuestro, de tu pueblo Israel, de Jerusalén tu ciudad, de Sión la morada de Tu Gloria, de la casa real de David, Tu ungido, y de la gran y Santa Casa que lleva Tu Nombre. Nuestro Elohim, nuestro Padre, cuídanos, aliméntanos, sostennos, y apóyanos, alívianos y ayúdanos, Eterno, Elohim nuestro, rápidamente en nuestros problemas. Por favor, Eterno. Elohim nuestro, que no tengamos que depender de los obsequios o préstamos de otras personas, solo de Tu mano abierta, santa y generosa para que no tengamos que sufrir vergüenza ni humillación por los siglos de los siglos.

Adonai nuestro y Adonai de nuestros padres, que ascienda, venga y llegue, sea visto, aceptado y escuchado, traído a la memoria y recordado ante Ti, el recuerdo y la memoria de nosotros, el recuerdo de nuestros padres, el recuerdo de Yahshua Mashiah, el hijo de David, Tu servidor, el recuerdo de Jerusalén, Tu ciudad santa, y el recuerdo de todo Tu pueblo, la Casa de Israel, para salvación, bienestar, gracia, bondad, misericordia, buena vida y paz en este día de la festividad de panes sin levadura, recuérdanos en este día, HaShem, Elohim nuestro, para bien, recuérdanos para bendición y sálvanos en este día por la vida. Con la promesa de salvación y compasión, ten piedad de nosotros, se misericordioso y compasivo con nosotros y ayúdanos, nuestros ojos están dirigidos a Ti, porque Tu eres Adonai, el Rey piadoso y misericordioso.

Y que Jerusalem la Ciudad Sagrada sea reconstruida pronto, en nuestros dias. Bendito eres Tu, Eterno, que con compasion reconstruyes a Jerusalem. Amén.

Bendito eres Tú, Eterno, Adonai nuestro, Rey del Universo, Elohim nuestro Padre, nuestro Rey, nuestro Jefe, nuestro Creador, nuestro Redentor, nuestro Hacedor, nuestro Santo, el Santo de Iaakov, él es nuestro Pastor, el Pastor de Israel, el buen Rey Que hace el bien a todos. Cada día lo ha hecho, lo hace y lo hará por nosotros. Ha sido, es y siempre será bondadoso con nosotros, otorgándonos siempre su gracia, bondad y compasión, alivio y protección, prosperidad, bendición, redención y consuelo, sustento y apoyo, compasión, vida, paz y todas las cosas buenas, y que no permita que todas estas cosas buenas nos falten jamás.

Que el misericordioso reine sobre todos nosotros siempre. Que el Misericordioso sea bendecido en el cielo y la tierra. Que el Misericordioso sea alabado de generación en generación, sea glorificado por nosotros para toda la eternidad, y honrado entre nosotros por siempre. Que el Misericordioso nos brinde un sustento honorable. Que el Misericordioso rompa el yugo de nuestros cuellos y nos lleve erguidos hasta nuestra tierra. Que el Misericordioso envíe muchas bendiciones a esta casa y a esta mesa en la que hemos comido. Dándote gracias a Ti, Padre Misericordioso, que nos has enviado a tu Hijo Yahshua HaMashiah para traernos las buenas nuevas de salvación y consuelo.

Quien come en su propia mesa:

Que el Misericordioso me bendiga a mí, bendiga a mi esposo(a), a mi(s) hijo(s) y a todo lo que es mío.

Junto con nosotros y todo lo que es nuestro, así como bendijo a nuestros antepasados Abraham, Itzaak y Iaakov, en todo, de todo, con todo, así Él nos bendiga a todos con una bendición completa, y digamos: Amen.

En lo alto abogarán en nuestro favor, como una salvaguarda de la paz. Que recibamos la bendición del Eterno y una justa recompensa del Elohim de nuestra salvación, y que hallemos gracia y buena voluntad en los ojos de Adonai y del hombre.

Que el Misericordioso nos haga dignos de la Era Mesiánica y de la vida en el mundo venidero. El es una torre de salvación para Su rey, mostrando bondad a Su ungido, a David y a sus descendientes para siempre. Por los méritos de Yahshua HaMashiah lo pedimos.

El que hace la paz en sus alturas, que haga la paz para nosotros y para todo Israel, y digamos: Amén.

Temed al Señor, vosotros, sus santos; pues a aquellos que le temen nada les faltará. Los leones jóvenes pueden debilitarse y pasar hambre, pero a aquellos que buscan al Eterno no carecerán jamás de todo lo bueno, pues Su merced perdura para siempre. Abres Tu mano y satisfaces el deseo de todo ser viviente. Bendita sea la persona que confía en el Eterno, cuya confianza esta solo en el Eterno. Fui joven y ahora soy viejo, pero nunca he visto a un hombre justo desamparado, ni a sus hijos mendigando pan. El eterno otorgará a Su pueblo fortaleza. El Eterno bendecida a Su pueblo con la paz.